Los primeros 80 años

Los primeros 80 años

El Teatro Español fue construido por la Asociación Española de Socorros Mutuos de Azul entre los años 1894 y 1897. Su inauguración, ocurrida el 16 de Enero de 1897 con la obra “La Tempestad” del Maestro Chapí, constituyó un hito cultural en toda la región y con los equipos generadores de su usina se abasteció con luz eléctrica por primera vez la actual Plaza San Martín (entonces Plaza Colón).

Su construcción significó como ahora esfuerzos y compromisos institucionales y personales y no pocas discusiones acerca de detalles de las obras, financiamiento de inversiones, etc. Testimonio de ello son las actas de la Asociación, donde figuran avales, préstamos y garantías que firmaron sus integrantes, y la gran discusión sobre la realización o no del insólito mecanismo que permitía al piso de la sala, mediante un complejo sistema de engranajes ponerse a nivel y permitir de ésta manera ser la pista de baile del pueblo.

El Teatro tuvo su esplendor desde su inauguración en 1897 hasta fines de la década del 40, por su escenario pasaron figuras de relevancia nacional e internacional. Compañías españolas de zarzuelas como también italianas de operas, operetas y teatro se sucedieron en los primeros años. Después vendrían recordadas actuaciones (ver artistas y personalidades que se presentaron). Durante todo ese período desde el comienzo, el Teatro cumplía funciones sociales de importancia en la comunidad, siendo desde escenario de funciones teatrales, pista de baile para romerías y carnavales, ring de box y hasta sala velatoria de algún ciudadano ilustre.

En el año 1930 se le realizaron reformas, trabajos de mantenimiento, restauración y adecuación a esos tiempos, citándose como ejemplo más simpático el reemplazo de los balaustres de los palcos por las paredes moldeadas en yeso, a fin de evitar los infartos provocados por el acortamiento de las faldas (moda de esta época). Al reabrir sus puertas ese año se inauguró la proyección de cine “sonoro y parlante”, todo un avance de modernidad para la ciudad y la zona centro de la provincia.

Con el auge del cine en la década del 40 la sala fue concesionada, y allí comenzó un paulatino deterioro ocasionado por la falta de mantenimiento, el uso inadecuado de sus instalaciones y las prerrogativas de leyes que intentando proteger inquilinos, terminaron por convalidar la destrucción de éste inmueble y de muchas otras salas del país.

A comienzos de la década del 70 el estado de decadencia y abandono fue incrementándose hasta llegar a convertirse en el peor cine de la ciudad, donde se podían presenciar las películas de terror con un realismo impresionante entre el sobrevuelo rasante de murciélagos en vivo. Sus pisos superiores no estaban habilitados pues corrían riesgo de derrumbe. Serían sus últimos años dando lástima, porque el esfuerzo y la voluntad de un grupo de azuleños con el tiempo lograría revertir el fatal destino de destrucción que le aguardaba…

Con el pasar de los años, como el ave fénix, el Teatro Español de Azul resurgiría…